El arte se crea, pero no se destruye
sino que se transforma. Algo tan cotidiano como una vivienda, un hogar romano
de hace dos mil años, es ahora motivo de admiración para la mayoría de
nosotros. Poco importa que el paso del tiempo lo haya convertido en ruinas.
El arte es el instrumento con el que
el ser humano consigue materializar sus ideas. Es arte lo que modelamos con las
manos. Es arte lo que conseguimos plasmar en un lienzo con unos pocos colores.
Son arte las palabras de un escritor o los versos de un poeta. Es arte cada
nota musical que sale de una guitarra, o de un piano, o de un saxofón. Es arte
cada pequeño detalle del día a día que conseguimos captar en una fotografía.
El arte es personal e intransferible. Nunca
debemos subestimar, ni juzgar, el arte de otra persona, porque nunca sabremos,
si aquel cuadro que nos parece ridículo está tratando de expresar una idea tan
compleja, que no somos capaces de entenderla. Tal vez llegue un día en que ese
cuadro nos sirva de consuelo, o de inspiración, o nos abra los ojos, o nos haga
sonreír.
El arte es vida. Y cada situación por
la que podamos pasar, ha tenido para otros, y tendrá para nosotros, cabida en
el arte. Por eso el arte, es sobre todo, esperanza.
Bea Fernandez
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